viernes, 14 de octubre de 2016

¿Conoces la historia de la bola de cristal?



Desde siempre me han llamado mucho la atención las bolas de cristal.

La adivinación del futuro sobre un elemento de cristal es uno de los métodos de adivinación más antiguos y difundidos del mundo. Este método de adivinación se conoce como cristalomancia y se remonta hasta por lo menos la Grecia clásica.

A lo largo de los siglos la cristalomancia ha sido utilizada con diversos objetivos. El principal es el de la meditación y concentración. Según una tradición famosa la cristalomancia resultaba de especial utilidad para encontrar objetos perdidos o robados. En Inglaterra la primera referéncia de la cristalomancia se remonta al año 1467, fecha en la que el señor William Byg, confesó que se ganaba la vida encontrando objetos perdidos de la gente con su bola de cristal. La inquisición lo acusó, como cabe de esperar, de herejía y por ello fue sentenciado a caminar hasta la catedral del condado de York con unos letreros que lo exponían de hereje.

Dee era un hombre de vastos conocimientos al que la reina Isabel I encargó la confección de su propia carta astral. De hecho, algunos autores sostienen que el mismísimo Shakespeare se inspiró en él para construir el personaje de “Próspero en La Tempestad”.
Tras un prolongado estudio de la tradición mística judía, Dee concluyó que entre Dios y el hombre había unos seres angélicos y, hacia el 1580, llegó a la conclusión de que era posible comunicarse con ellos a través de un cristal mágico. A lo largo de la década siguiente escribió todos sus experimentos en un diario que transcribe una de las aventuras psíquicas más extraordinarias de todos los tiempos.

Dee no podría contactar con espíritus, así que delegó en sus ayudantes. El más importante fue Edward Kelley, fue un antiguo falsificador de dinero y por ello le habían cortado las orejas. Ya sabéis que los castigos de la época eran muy crueles y sangrientos. Kelley invocó a una muchedumbre de espíritus en un abrir y cerrar de ojos. Pero además recibió una nueva bola de cristal adivinatoria para su mentor Dee en circunstancias muy dramáticas.

Un día de 1582, hacia el atardecer, Dee pudo ver tras una ventana de su laboratorio un ángel o niño que llevaba en sus manos un objeto brillante, claro y glorioso, del tamaño de un huevo. Así lo dijo Dee. El cristal resultó ser real. Dee creyó que aquel niño en realidad era el ángel de la luz Uriel.

Con el paso del tiempo sucedieron muchas cosas y Dee se cansó y regresó a su Inglaterra natal descorazonado y en bancarrota en 1589. Aunque por suerte para él, la reina Isabel I se apiadó de él y le otorgó la rectoría de una universidad de Manchester.

Hoy en día la bola de cristal se ha convertido en el elemento más popular de la cristalomancia. Cada vidente la utiliza de diferente manera. Algunos videntes se preparan días antes y depuran su cuerpo y mente. En lo que sí coinciden todos en que la bola o superficie de cristal debe estar limpia y sin ninguna rugosidad ya que podría desconcentrarlos.



¿Cómo limpiar una bola de cristal?
Para limpiar la bola se ha de poner a hervir en una mezcla de agua y brandy (5 de agua/1 de brandy) durante unos 15 minutos. Se debe secar con gamuza.

¿Qué ambiente es el adecuado para leer en la bola de cristal?
Ya sea para la adivinación o simplemente la meditación, la estancia debe permanecer en luz tenue o a oscuras. También es conveniente tener un mantel de terciopelo oscuro bajo ella.

¿Cuánto tarda en aparecer una visión?
Por lo que se conoce, quienes predicen el futuro con este método dicen que la visión puede tardar entre 10 y 15 minutos, aunque destacan que es depende de la persona.

¿Cómo es una visión?
Las visiones pueden aparecer en forma de neblina, iluminadas o simplemente quedarse dentro de la bola. También puede aparecer solo una nebulosa y contener información para el vidente. Dicen que si son claras denotan buena suerte.

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