Falta muy poco para que culmine este ciclo de un año, y es
tiempo de cerrar ciclos de vida que hayan quedado pendientes, es momento de
perdonar, olvidar, tiempo de dejar atrás todo aquello que no les sea útil para
su evolución.
No pueden seguir enganchados en energías como rencor, odio,
traición, remordimiento, pena, dolor. Todo tiene su momento y este ya acabó.
Dedíquense a escribir y a pensar muy bien qué ciclos deben
cerrar en sus vidas para que no sigan repitiéndolos.
Aprovechen este “cambio de calendario” para que cambien sus
hábitos, comiencen con nuevos proyectos, inyecten su alma de emoción y alegría,
den cobijo al regocijo en sus vidas, al amor, a la primavera espiritual.
Después que escriban aquello que no desean más, pueden
quemarlo física o simbólicamente, y transmutarlo en llama violeta para que sea
transformado en sentimientos como amor incondicional, evolución espiritual o
material, armonía en el cuerpo físico o cualquier otra cosa que necesiten.
Una vez que culminen estas listas del dejar atrás, elaboren
otra con los proyectos y planes que desean concretar para 2015, háganlo
concienzudamente, con amor y esa energía de emprendimiento que todos llevan
dentro, planeen sus detalles, visualicen todo aquello que necesiten y en la
forma en que lo quieren.
Es preciso que crean, que entreguen, que alimenten a diario
a su yo Interno, que le den importancia y amor a su niño interno, sanen sus
heridas porque sólo así podrán avanzar sin miedo y con la mirada limpia.
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