domingo, 7 de febrero de 2016

La temporada en la que se nace y su influencia sobre la persona


Nacer en verano o en invierno parece influir en que tengas un temperamento más volátil e irritable o más contenido y recatado: el tiempo determina el temperamento.



La temporada en la que se nace tiene una influencia duradera en una serie de características, que van desde rasgos de personalidad, tendencia a ciertas enfermedades y desempeño académico hasta, incluso, probabilidad de fumar o suicidarse.




En el caso de las personas nacidas en otoño existe una menor tendencia a la depresión, especialmente en comparación con las personas nacidas en invierno.




Las personas nacidas en invierno entran dentro del ámbito de Capricornio, un signo que simboliza una mayor estabilidad –ligado a la tierra– y las personas nacidas en verano entran, en algunos casos, en el signo de Leo –ligado al fuego y a una personalidad más brusca e impulsiva–. Quizás esta coincidencia entre la temporada de nacimiento y la astrología muestre que el conocimiento astrológico, más que sostener que existe una influencia física de ciertos planetas, es un sistema simbólico, arquetipal que relaciona los ciclos de la naturaleza con la personalidad humana, trazando un puente entre la psique y el mundo.





El temperamento es la influencia del tiempo o la marca que el tiempo, con su gama de factores asociados, deja en una persona. Al parecer existe una diferencia biopsicosocial en pasar ciertos meses y no otros dentro del vientre materno y nacer en cierta temporada –con toda sus características que, a su vez, influyen en el desarrollo.





La interpretación de la astrología y las sincronicidades de Carl Jung justamente sostenía que cada momento tenía una particular cualidad y al hacer algo en cierto momento se adopta la particular qualia de ese momento.

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