Es una flor diferente y con cualidades muy especiales. Un
verdadero centinela, que en el exterior, vigila que nadie con malas intenciones
se acerque a nuestras casas. Son muy aconsejables en los lugares que han de
permanecer solos por días o semanas…
Hay un ritual muy antiguo en el que la flor de la hortensia
y el laurel son los aliados para apartar a aquellos enemigos que tenemos
identificados. Es decir a esas personas que sabemos que lo son.
En este ritual vamos a quemar las intenciones, no al
enemigo, quiero dejar esto muy claro.
Es muy sencillo.
Se forma un circulo de hortensias, conchas y piedras en
torno a un caldero que este sujeto por tres patas (todos los calderos de las
brujas deben estar separados del suelo o por sus propias patas, si usas otro
recipiente ha de ser metálico y tienes que ponerlo sobre tres soportes, tres
piedras, por ejemplo)
Dentro del caldero meter papeles con los nombres de cada
enemigo y si tiene algo con que identificarlo puedes añadirlo también. Insisto
en que no vas a lastimar a nadie porque los ingredientes que usas no son
agresivos. Cubres con ramas y hojas de laurel los papeles y símbolos y lo
rocías con alcohol, le prendes fuego y cuando se apague y solo quede humo agita
el humo con la mano diciendo:
“Que las malas intenciones de mis enemigos se dispersen como
el humo de esta hoguera”
Termina diciendo tres veces “Que así sea”
Recoge todo los materiales que participaron en el ritual
flores, conchas, piedras y resto de la hoguera y entiérralos lejos de tu
entorno.
El caldero si es provisional puedes enterrarlo también, o lávalo con una mezcla de agua y esencia de
Enebro para que puedas usarlo más veces.
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