Símbolos Celtas: AWEN

Awen en el lenguaje celta significa inspiración y representa la iluminación espiritual, la armonía entre los opuestos ya que los rayos de la izquierda y de la derecha simbolizarían respectivamente al hombre y a la mujer y el rayo central la armonía entre ellos.

El objetivo final del druidismo, y su camino, es el acceso a la Awen. La definición de Awen es Inspiración, el hálito divino que nos lleva al don profético, al arte poético, a la Iluminación. Es el don de Brigit, la consecuencia del caldero de Cerridwen, el triunfo del bardo. Awen viene de la unión de dos vocablos, “Aw”, que se traduce como “fluido” y “En”, palabra a la que se le da el sentido de “esencia, espíritu”, por lo que el significado final es el de Espíritu Fluido.

Este símbolo representa la iluminación del espíritu y la armonía entre los opuestos ya que los rayos de la izquierda y de la derecha simbolizarían respectivamente al hombre y a la mujer, mientras que el rayo central representa la perfecta armonía entre ellos.

Esta Awen es descrita como fuego o como algo líquido. ¿Qué significado tiene este espíritu fluido? ¿Cuál es su misma esencia? Significa la iluminación, significa la trascendencia de la conciencia sobre el Ego. Cuando la inspiración llega, el tiempo se detiene, se sobrepasa la idea de tiempo y espacio; se transgrede la identificación, común al pensamiento contemporáneo, de existencia con la idea de la personalidad, del Ego. Se llega al éxtasis. Por lo que podemos definir a la Awen como el éxtasis del mundo celta.

Al igual que el Símbolo de la Caldera, el Awen representa a Cerridwen, y los tres rayos a las tres gotas que se escaparían del caldero de Ceridwen para iluminar a los bardos, los vates y los druidas. Es la energía divina que fluye hasta los humanos para aportarles la Inspiración necesaria para alcanzar la sabiduría, energía y lucidez propias de los dioses y que permite convivir en armonía con todo el Cosmos.

También se ha asociado a otra Diosa Triple Celta, Danu, que en gaélico significa "don, tesoro, ofrenda divina, etc." así como con el Padre de Todos, Dagda, que podía mediante su aliento divino o "awen" elegía a su sucesor como Jefe Bardo de los Druidas.

El número sagrado para los celtas era el 3. Tres eran los elementos que ellos conocían y 3 eran los puntos en que el Sol sale en los equinoccios y solsticios. Por ello, el Awen también simboliza el paso del tiempo.